Project 5

In Search of Lost Time (En busca del tiempo perdido)

Comisariado por Tsering Frykman-Glen.
15 de septiembre - 9 de noviembre de 2018 - Bien Cuadrado, Barcelona.

Una exposición que explora la nostalgia, con obras de Ely Daou, Kuba Dorabialski, Sophie Heydel, Katy B Plummer y Anna Sebastian.

También se presentó la performance Hummus de Sophie Heydel la noche del 29 de septiembre en la Galería Bien Cuadrado.

Cuando C. K. Scot Moncrieff tradujo al inglés la novela de siete volúmenes de Marcel Proust, À la recherche du temps perdu, decidió no hacer una traducción literal del título y, en su lugar, optó por Remembrance of Things Past (Recuerdo de cosas pasadas). Esta es una cita directa del Soneto 30 de Shakespeare, en el que el narrador evoca sus recuerdos de una relación con un joven no identificado:

Cuando en sesiones de dulce y silencioso pensamiento
evoco el recuerdo de cosas pasadas,
suspiro por la falta de muchas cosas que busqué,
y con antiguas penas lloro el desperdicio de mi querido tiempo.

Al hacerlo, Moncrieff vincula a dos escritores que podrían considerarse afectados por un mismo tipo de nostalgia melancólica. Al comparar el dolor (y la alegría) de las experiencias amorosas pasadas de un escritor con las del otro, nos muestra lo arquetípico y profundamente humano que es el deseo de rememorar.

1172 Humans In My Mind - Ely Daou, 2018.

En 1992, se publicó una nueva traducción* de À la recherche du temps perdu, esta vez con el título corregido In Search of Lost Time (En busca del tiempo perdido). Este título se acerca mucho más a la traducción literal del francés y cambia por completo la interpretación de la reminiscencia y la nostalgia. En lugar de ser simplemente unas memorias de un pasado lejano, sugiere que las aspiraciones de Proust estaban más relacionadas con la búsqueda de un tiempo que no estaba pasado, sino perdido. Pero, ¿perdido en qué sentido? ¿Ausente, desperdiciado, vencido? Así, la naturaleza misma del relato nostálgico se transforma.

Está claro que Proust estaba describiendo una forma muy distinta de nostalgia. Lo que busca constantemente es una cierta "aura" de un tiempo, experiencia, persona u obra de arte pasada. Sin embargo, a diferencia del título del séptimo volumen, El tiempo recobrado (Le temps retrouvé), el pasado no se recupera fácilmente: la impresión aurática no se detiene en un momento particular. Después de todo, la percepción humana no capta recuerdos en forma de instantáneas como las cámaras del siglo XIX. Lo que las personas perciben está moldeado por expectativas, por opiniones y recuerdos de otros, por atribuciones posteriores y por ilusiones.

Invocation Trilogy #1: Floor Dance of Lenin's Resurrection (Still) - Kuba Dorabialski, 2017.

Uno de los aspectos más interesantes de la nostalgia es que la palabra no existía cuando Shakespeare escribió sus sonetos, aunque el sentimiento claramente sí. El término fue acuñado en 1688 por Johannes Hofer como un término médico para describir una añoranza del hogar tan severa que podía llegar a ser fatal**. Hofer tomó la palabra griega nostos (regresar)*** y le añadió el sufijo algia (dolor), significando así un dolor físico provocado por la necesidad de regresar al hogar.

Casi cien años después, durante el Romanticismo, el término nostalgia comenzó a usarse para describir una respuesta emocional abstracta: una especie de anhelo melancólico por tiempos pasados "mejores", mucho más cercano a nuestra comprensión actual de la nostalgia.

So What? - Sophie Heydel, 2018.

El auge de la nostalgia como sentimiento o respuesta emocional se produjo con el fin de la Ilustración y el inicio de la Revolución Industrial. El movimiento romántico rechazó ese "futuro moderno" y en su lugar miró hacia el pasado con una visión idealizada de la historia y la ascendencia.

Los románticos, con su creencia en el artista solitario y en la primacía de la naturaleza sobre la ciencia, trataron de distanciarse de lo nuevo y reconectarse con lo “antiguo”. Dedicaron su tiempo a lo que Isaiah Berlin describió como "un esfuerzo por regresar a las fuentes olvidadas de la vida, un esfuerzo apasionado de autoafirmación tanto individual como colectiva, una búsqueda de medios para expresar un anhelo insaciable por metas inalcanzables".****.

Mientras que la nostalgia del Romanticismo podría parecer pretenciosa y egocéntrica, lo cierto es que tocaron un aspecto fundamental del ser humano: la necesidad de conectar con algo más grande. La industrialización trajo consigo la destrucción de las industrias artesanales y un aumento de la migración en busca de empleo, pero ese desplazamiento no fue solo físico. La Revolución Industrial cambió cada aspecto de la vida cotidiana, y la sensación de desplazamiento no era solo una añoranza del hogar, sino una transformación radical de lo conocido.

JAKUB-THE-OBSERVER, CROW-THE-OBSERVER & CROWBABY-THE-OBSERVER - Katy B Plummer 2016.

El Romanticismo dio lugar a epopeyas poéticas y pinturas de belleza bucólica, surgidas de la autoexpresión del artista y su visión interior, evocando una ilusión de un pasado superior y más espiritual. Esto contrastaba completamente con la realidad de la mayoría de las personas y funcionaba de manera similar a lo que Freud más tarde llamaría "desplazamiento emocional". La nostalgia siempre ha sido una ensoñación utópica*****, pero cuando se combinó con un movimiento sentimentalista extremo, se convirtió en un vehículo para el nacionalismo, que no buscaba resolver los problemas, sino encontrar chivos expiatorios para sus desgracias.

Este tipo de manipulación sentimental con fines ideológicos sigue vigente en la actualidad. La explotación de la nostalgia del público ha sido y sigue siendo utilizada por partidos políticos y grupos de todo el mundo: Brexit, Trump, AfD, Lega Nord, entre otros.******

Decline of the West, Part 2 - Anna Sebastian, 2017.

Nuestra hipótesis, y no es más que una conjetura, es que el verdadero catalizador del auge periódico de la nostalgia colectiva es el desplazamiento, ya sea físico o emocional. Cuando nos sentimos desconectados, experimentamos ‘‘heimweh’’ (añoranza del hogar) y buscamos consuelo en nuestros recuerdos del pasado. La nostalgia actúa como un bálsamo para nuestras penas; en ella encontramos una conexión reconfortante. Sin embargo, si la nostalgia se manipula para crear mitos en lugar de examinar nuestro pasado individual o colectivo, el presente se convierte en un tiempo incierto y potencialmente peligroso.

Los artistas que participan en esta exposición están, de una manera u otra, atraídos por elementos nostálgicos de nuestra experiencia común.

Notas

* por Dennis Joseph Enright en 1992.

**El médico Leopold Auenbrugger creía que la nostalgia podía manifestarse físicamente en forma de pulmones enfermos (probablemente sus pacientes también padecían tuberculosis, enfermedad que Auenbrugger estudió y trató con su método revolucionario de diagnóstico por percusión).

***En La Odisea, Homero habla de nostos, un regreso triunfal y glorioso por mar. El décimo relato perdido del ciclo épico se titulaba Nostoi o Regresos, lo que demuestra que el retorno al hogar era tan importante como la travesía de conquista.

****Las raíces del Romanticismo - Isaiah Berlin.

*****Como señaló Bernhard Schlink en su ensayo Heimat als Utopie (2002): "La patria es un no-lugar, la patria es una utopía que se experimenta más intensamente cuanto más lejos estás de ella".

******En su libro El futuro de la nostalgia, Svetlana Boym distingue entre nostalgia reflexiva y restaurativa. La primera está basada en la contemplación y el recuerdo sin intentar restaurar el pasado. La segunda, en cambio, no se centra en la memoria ni en la historia, sino en la tradición y el mito, ofreciendo una versión dogmática y coherente del pasado.”